¿Es posible la paz mundial?
El mundo está lleno de
guerras, terrorismo, agitaciones y confusiones. Los hombres han creado muchos
inventos tecnológicos increíbles pero no pueden vivir en paz.
¿Cómo es posible que la avaricia de los países más desarrollados siga depredando las riquezas y los recursos naturales de los países menos desarrollados? Unos de los múltiples ejemplos que hay, es la invasión de Irak por las tropas estadounidenses. El ataque fue disfrazado por diversos discursos ideológicos, siendo la principal razón, el deseo desmedido de poseer y adquirir las riquezas del otro.
¿Cómo es posible que la avaricia de los países más desarrollados siga depredando las riquezas y los recursos naturales de los países menos desarrollados? Unos de los múltiples ejemplos que hay, es la invasión de Irak por las tropas estadounidenses. El ataque fue disfrazado por diversos discursos ideológicos, siendo la principal razón, el deseo desmedido de poseer y adquirir las riquezas del otro.
Películas que se basan en
hechos reales como Diamantes de sangre, basado en el drama de Sierra Leona, donde
la búsqueda de piedras preciosas que se encuentran dentro de zonas en guerra, se
venden para financiar dichos conflictos armados. O el famoso caso del criminal
de guerra ugandés, Kony, quien secuestra a miles de niños convirtiéndoles en
niños soldado. Estos dos ejemplos,
muestran la verdadera avaricia del ser humano cuando hay intereses de por
medio. Este hecho nos recuerda a una célebre frase del famoso filósofo Platón:
¨ La pobreza no viene por la disminución de las riquezas si no por la
multiplicación de los deseos¨. Nuestra pregunta es, ¿en qué mundo vivimos?
Es ”gracioso” pensar que hay
un día internacional de la paz, cuando en realidad, debe estar presente los 365
días del año, en todos los rincones del planeta. ¿Y de qué sirve tener un día
internacional de la paz si luego hay dictaduras, guerrillas, secuestros,
tráfico de personas…?.
Encontramos el vídeo “Say
What you Will”, que transmite las reflexiones de un pueblo sudafricano, el cual
pide ayuda y justicia para poder cambiar la situación actual en la que se
encuentran. Muchas personas nos podemos llegar a preguntar por qué tantas
diferencias si todos tenemos dos ojos, una nariz, una boca… unos con una tez
más oscura que otros, pero en el fondo, todos iguales.
Somos los países
desarrollados los principales culpables de estas terribles acciones y por ello,
debemos ser los principales promotores del cambio. Antes de intentar conseguir
un cambio en la lejanía, debemos empezar por cambiar nosotros mismos, nuestra
forma egoísta de actuar. El querer ser siempre los mejores sin importarnos el
resto de personas que puedan estar involucradas. Debemos compartir, ayudar en
nuestro entorno y dejar de mirar nuestro propio ombligo.
Aludiendo al vídeo antes
mencionado, destacamos este mensaje: Una voz puede empezar una revolución, el
cambio está en nuestras manos. Así menciona también nuestro profesor Jaime
Nubiola, en su libro “Invitación a pensar”, que la paz es posible mediante el
diálogo y un conocimiento mutuo a través de una comprensión cordial.
A muchas personas se nos
vienen a la cabeza que para que este cambio suceda, los principales órganos de
ayuda humanitaria son las ONGs, aquellas que se encargan de repartir lo
recaudado a aquellos países que necesitan nuestra ayuda. Tristemente, hay
gobiernos que no proporcionan a sus ciudadanos los derechos humanos básicos y por tanto, no pueden llevar una vida digna.
Nos convertimos en seres
avariciosos, donde el principal objetivo de los países es ser la primera
potencia mundial dejando a un lado el valor de la raza humana. Debemos luchar
por una igualdad, donde todos tengamos las mismas oportunidades sin importar el
lugar donde hayas nacido.
La vida es bella, tan bella
como para que algún ser humano egoísta nos prive de poder disfrutarla.
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