qué más se puede pedir...

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martes, 19 de noviembre de 2013

¿Qué es la felicidad?

LA FELICIDAD TIENE QUE VER  CON LA REALIZACIÓN DE LOS SUEÑOS Y ANHELOS, Y CON ENCONTRAR EL POR QUÉ DE LA VIDA

PERO, PARA QUE SEA DURADERA, ESA BÚSQUEDA DEBE DE HACERSE CON INTELIGENCIA Y MUCHA RESPONSABILIDAD.



¿ERES FELIZ? 
¿CUALES SON LOS PASOS HACIA UNA VIDA REALIZADA? 
¿COMO SE CONSIGUE LA FELICIDAD? 


ES UNO DE LOS SUEÑOS INNATOS DE TODO SER HUMANO




6  FACTORES IMPRESCINDIBLES DE LA FELICIDAD

1) Actitud positiva: es el ajuste emocional voluntario que nos hace levantarnos de las dificutades. Es el talante necesario que nos permite amenizar la existencia, reír con optimismo, creer y seguir soñando.

2) Libertad: es la independecia personal necesaria con el objetivo del bien propio y el de los demás.

3) Relaciones saludables: son las conexiones sociales que necesitamos desarrollar y conservar con otros como seres humanos, encontrando mejores amigos en la vida, disfrutando con una familia y conviviendo con nuestro entorno.

4) Desempeño: es saber que cosas sabemos hacer, y tener el espacio para hacerlo, acarreando un sentido de valor y de estima propia. 

5) Hacer el bien: ayudar a otros a alcanzar su propia de realización, supliendo sus necesidades y apoyando sus sueños.

6) Recompensa: la remuneración justa por nuestro trabajo, el reconocimiento de nuestros esfuerzos, y saber que nuestros actos redundan en asuntos positivos y productivos.

La paz en el mundo

¿Es posible la paz mundial?

El mundo está lleno de guerras, terrorismo, agitaciones y confusiones. Los hombres han creado muchos inventos tecnológicos increíbles pero no pueden vivir en paz.
¿Cómo es posible que la avaricia de los países más desarrollados siga depredando las riquezas y los recursos naturales de los países menos desarrollados? Unos de los múltiples ejemplos que hay, es la invasión de Irak por las tropas estadounidenses. El ataque fue disfrazado por diversos discursos ideológicos, siendo la principal razón, el deseo desmedido de poseer y adquirir las riquezas del otro.

Películas que se basan en hechos reales como Diamantes de sangre, basado en el drama de Sierra Leona, donde la búsqueda de piedras preciosas que se encuentran dentro de zonas en guerra, se venden para financiar dichos conflictos armados. O el famoso caso del criminal de guerra ugandés, Kony, quien secuestra a miles de niños convirtiéndoles en niños soldado.  Estos dos ejemplos, muestran la verdadera avaricia del ser humano cuando hay intereses de por medio. Este hecho nos recuerda a una célebre frase del famoso filósofo Platón: ¨ La pobreza no viene por la disminución de las riquezas si no por la multiplicación de los deseos¨. Nuestra pregunta es,  ¿en qué mundo vivimos? 





Es ”gracioso” pensar que hay un día internacional de la paz, cuando en realidad, debe estar presente los 365 días del año, en todos los rincones del planeta. ¿Y de qué sirve tener un día internacional de la paz si luego hay dictaduras, guerrillas, secuestros, tráfico de personas…?.


Encontramos el vídeo “Say What you Will”, que transmite las reflexiones de un pueblo sudafricano, el cual pide ayuda y justicia para poder cambiar la situación actual en la que se encuentran. Muchas personas nos podemos llegar a preguntar por qué tantas diferencias si todos tenemos dos ojos, una nariz, una boca… unos con una tez más oscura que otros, pero en el fondo, todos iguales.



Somos los países desarrollados los principales culpables de estas terribles acciones y por ello, debemos ser los principales promotores del cambio. Antes de intentar conseguir un cambio en la lejanía, debemos empezar por cambiar nosotros mismos, nuestra forma egoísta de actuar. El querer ser siempre los mejores sin importarnos el resto de personas que puedan estar involucradas. Debemos compartir, ayudar en nuestro entorno y dejar de mirar nuestro propio ombligo.

Aludiendo al vídeo antes mencionado, destacamos este mensaje: Una voz puede empezar una revolución, el cambio está en nuestras manos. Así menciona también nuestro profesor Jaime Nubiola, en su libro “Invitación a pensar”, que la paz es posible mediante el diálogo y un conocimiento mutuo a través de una comprensión cordial.

A muchas personas se nos vienen a la cabeza que para que este cambio suceda, los principales órganos de ayuda humanitaria son las ONGs, aquellas que se encargan de repartir lo recaudado a aquellos países que necesitan nuestra ayuda. Tristemente, hay gobiernos que no proporcionan a sus ciudadanos los derechos humanos básicos  y por tanto, no pueden llevar una vida digna.

Nos convertimos en seres avariciosos, donde el principal objetivo de los países es ser la primera potencia mundial dejando a un lado el valor de la raza humana. Debemos luchar por una igualdad, donde todos tengamos las mismas oportunidades sin importar el lugar donde hayas nacido.


La vida es bella, tan bella como para que algún ser humano egoísta nos prive de poder disfrutarla. 



La familia es la clave


¿Qué es la felicidad? Para muchos es un estado de ánimo que uno siente en algunos momentos de su vida. Los que defienden esta postura la definen como algo que surge de manera momentánea como consecuencia de una acción que les ha resultado placentera. Sin embargo, otros piensan que la felicidad se resume como la satisfacción de todos los deseos que uno tiene, y que muchas veces se consigue al entregarse a los demás.

En mi opinión, la felicidad es algo que crece con la persona y que por tanto, se va adquiriendo a la largo de la vida. Las experiencias personales son las que nos permiten adquirir la capacidad de ser felices, cuanto más nos conocemos y cuantas más cosas  vivimos, más fácil resulta entregarse a los demás y alcanzar con ello la esperada felicidad.

Aludiendo a este tema, percibo cómo un momento gratificante el día en el que, terminadas mis primeras prácticas en la Clínica Universitaria, sentí la recompensa de mi esfuerzo en las palabras de felicitación que me trasmitieron los pacientes con los que había estado durante esas semanas.

Esa experiencia, me supuso un impulso en mi trayectoria personal y profesional, pues me aportó la energía y felicidad necesaria para seguir luchando por lo que realmente quiero ser. En este caso, veo reflejado mi ejemplo personal en una frase del escritor Paulo Coelho que dice: " La felicidad es a veces una bendición, pero por lo general es una conquista".

Frente a estas dos posturas y de manera opuesta, surgen  las personas egoístas. Estas solo piensan en sí mismas y eso les hace ser infelices y por tanto, desconocen lo que es la felicidad. La felicidad tiene que ser un deber, y todos debemos llevar a cabo acciones que nos permitan experimentarla.

Es un error creer que el ser humano puede alcanzar la felicidad con los bienes materiales o, como se cita en el libro, cambiando cada tantos años de marido o mujer para intentar alcanzar así esa sensación de bienestar. Pensar de esta forma es un error antropológico. Ya lo dijo Fernando Savater; "La ambición por tener poder y dinero muchas veces sirve de tapadera de carencias que no pueden adquirirse como los bienes materiales".



En el libro se habla también de las diferencias entre las familias con hijos únicos y las familias numerosas. Las primeras por el hecho de  tener un único hijo, este suele tener todo lo que quiere, y que por tanto no conoce de la misma manera que los están acostumbrados a repartir, los conceptos de la generosidad, el saber aprender de los demás, el compartir de lo que escasea. Los hijos únicos no están habituados a tener que compartir los bienes comunes con los demás por el hecho de que ellos tienen bienes que le son propios y por tanto no tiene que compartir con nadie más.

En muchas familias en las que hay un hijo único, se da que el hijo anteponga su bienestar al de los demás. Este hecho es en parte cierto, porque si que hay familias con hijos únicos que sufren este problema. Pero también es verdad que existen casos, entre los cuales me incluyo, en los que la familia educa a su único hijo en valores que le enseñan a compartir y a pensar en los demás.

Jaime Nubiola, escritor del libro "Invitación a pensar", afirma en el mismo que los hijos de familias numerosas, por el hecho de estar habituados a compartir y a saber no ser el único centro de atención de los padres, son capaces de anteponer el cuidado de los demás al propio. Con esta idea, entendemos que el egoísmo no se da, por lo general, de la misma manera en las familias numerosas como en las de hijos únicos.



martes, 12 de noviembre de 2013

La Nueva Generación

Los jóvenes de hoy en día presentan semejanzas respecto a los jóvenes de antaño. Vivimos en una sociedad en la que todos necesitamos sentirnos en compañía. No queremos conocer la soledad, le tenemos miedo y por tanto, nos mostramos reacios hacia todo aquel que se comporte de manera diferente a la nuestra, a la preestablecida por todos.

Desde que nacemos se nos acostumbra a estar rodeado por la gente de nuestro entorno que más nos quiere. Y es que son ellos, nuestros padres,  nuestros tíos, en general la familia y amigos, quienes se encargan de nosotros en el sentido de acogernos en el seno de la amistad y el cariño. Gracias a nuestro entorno, tenemos seguridad y confianza. Dejamos de lado la soledad y arropados y aceptados por un conjunto de personas llamado: sociedad.




Hoy en día los jóvenes, experimentamos un temor al compromiso y a las ataduras. Porque aunque tengamos la necesidad de sentirnos en comunidad para estar más seguros, tenemos miedo de no poder desprendernos de las ataduras y querer desentendernos.




Los jóvenes, ante la incertidumbre de sentirnos diferentes, buscamos cualquier momento  para seguir estableciendo vínculos y conseguir así integrarnos dentro de un grupo cada vez mayor de gente. Lo que sí que ha cambiado es la manera de entablar una relación con alguien y, es que hoy en día priman las redes sociales como medios de interacción y conocimiento mientras que antes era más común el cara a cara. Como todo, el uso de estas nuevas herramientas tiene sus aspectos positivos y negativos pero es algo que no nos concierne de momento.



La personalidad y formas de ser de muchos jóvenes, se ve frustrada como consecuencia de la voluntad de querer ser como los demás y por tanto dejar de lado los rasgos individuales de cada uno, así lo dijo también Jaime Nubiola alegando que para los jóvenes “ser normal” es siempre actuar como los demás. Muchos jóvenes ocultan sus diferencias personales porque necesitan ser aceptados por sus iguales.
Tendemos a  decir y a catalogar a todos aquellos que no siguen la corriente. Esas  personas que se diferencian por ir a contracorriente, rápidamente se les define como extravagante, excéntrico o lo que es lo mismo friki. Se les etiqueta por el mero hecho de no actuar, de no decir lo mismo que diría el resto de personas.


Amigos Frikis - Posiblemente los mas sinceros que puedas tener


En la actualidad, tenemos alcances tecnológicos y fuentes de conocimiento que nos permiten conocer una gran cantidad de cosas, pero no todos conocen lo que es la verdad de las cosas, de la vida. Aquellos que se muestran incapaces de buscar la verdad de las cosas y de la vida son porque padecen  la pereza. Son personas perezosas en el ámbito del trabajo, que se conforman con lo mínimo, buscan el máximo beneficio con el mínimo esfuerzo.  Y es que hay veces que se necesita mucho esfuerzo para conseguir conocer y hay quienes no están dispuestos a esmerarse.

Nos han hecho vivir en una especie de burbuja de la que dependemos íntegramente. Esta dependencia puede, y en ocasiones ocurre, suponer o conllevar un problema ya que nos separaría poco a poco de nuestra vida cotidiana Con esto quiero decir que la dependencia, y ahora hago alusión a cualquier dependencia,  contrae consecuencias. Por ejemplo; antes hemos visto que las redes sociales están en auge hoy en día y que un gran número de personas lo utilizamos como medio de conocimiento y de interacción, pero lo que no hemos explicado es la adicción que crea. Con esto quiero decir que cada vez es más frecuente ver a un joven delante de la pantalla del ordenador subiendo fotos a internet o chateando con algún amigo, o grupos de amigos sentados en una terraza de un bar con sus móviles de última generación en sus manos sin ningún tipo de conversación entre ellos. Por tanto, estas herramientas crean una cierta dependencia en algunas personas. Además, también podemos poner el ejemplo de buscador como Google o Yahoo en los que con un simple clic tenemos a nuestra disposición una gran cantidad de información (trabajos, imágenes, noticias, reportajes...).





Esta dependencia de las redes sociales ha llevado a que haya jóvenes vagos y cómodos. Y es que estos nuevos jóvenes han nacido rodeados por nuevas tecnologías y en una sociedad en la que el bienestar está más que asentado. No conocen la mayoría de ellos lo que significa el esfuerzo y en consecuencia tampoco la recompensa.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Estilos de vida

Muchas veces se habla de la satisfacción que producen las compras para las mujeres y es que salir una tarde a gastar en abrigos, zapatos y bolsos resulta para la mayoría de las mujeres una actividad muy placentera y reconfortante. Es para las féminas una manera de liberar tensiones, de desconectar del mundo laboral y familiar y centrarse únicamente en su bienestar y mejora de su imagen.


Sin embargo, para  los hombres es todo lo contrario. Ellos prefieren que sean otras personas quienes les compren sus pantalones, camisas y bufandas. Para los hombres ir de compras no es una actividad gustosa sino más bien aburrida. Por tanto, mientras que la mujer disfruta  cada vez que entra en una tienda, compra y llega a casa y abre su  caja nueva de zapatos, el hombre prefiere que le compren ropa y él se limitará a lucirla. Es el ejemplo que cualquiera de nosotros observamos en casa, cuando nuestras madres llegan con un cargamento de bolsas llenas de ropa nueva para que nuestros padres renueven sus armarios.

A pesar de la tendencia masculina a rechazar el ir de compras, sí que es cierto que cada vez son más los hombres que están empezando a adquirir la costumbre de salir una tarde a comprarse ropa. Tal y cómo Jaime Nubiola expone en su libro, se puede hablar de un nuevo lema, igual de válido tanto para las mujeres como para los hombres, “compro luego existo”. Bajo este lema se da a entender que hoy en dia si no entramos en el mundo del consumismo no existimos.

Vivimos en una sociedad en la que se compra por comprar y no por necesidad como antaño. Se compra de manera compulsiva, satisfaciendo nuestro gusto, y no por necesidad. Muchos compradores asumen satisfechos ser “yo soy lo que compro”.  Pero, ¿dónde queda el consumo razonable?

El mejor ejemplo de un consumo exacerbado y desmesurado es el despilfarro del que presumen los famosos. Estas estrellas del cine, de la música o de cualquier mercado que mueva millones, llegan a ser idolatrados por todo lo que tienen en su posesión. En este afán por dar a conocer lo que se tiene, entran en juego los medios de comunicación ya que nos informan sobre la supuesta felicidad de todas esas personas por el hecho de poseer grandes cantidades de cosas materiales.


Este hecho me recuerda a una frase que leí, del famoso actor Will Smith que decía; ¨Gastamos dinero que no tenemos, en cosas que no necesitamos, para impresionar a gente a la que no le importamos¨. Esta es la paradojica reflexión que podemos sacar del mundo del famoseo, un mundo en el que quién más tiene es considerado un ídolo.



Las redes sociales facilitan y acentúan el vicio, y hacen que el adicto desconecte de la realidad. En el libro hemos visto que  las redes sociales tienen su lado positivo y es que son muy útiles y necesarias a la hora de complementar relaciones a distancia pero no deben sustituir nuestras amistades y hacer nuevas.

Un claro ejemplo de este hecho, sería la red social de Facebook, en la que podemos llegar a sumar miles de seguidores, o tambien llamados "amigos", cuando en realidad son perfectos desconocidos ya que ni si quiera conocemos en muchos casos sus gustos, aficiones o incluso su tono de voz.


Nos convertimos por tanto, en seres solitarios que prefieren el contacto virtual con personas que realmente no conocemos, renunciando a la tradiccional y cálida compañia de un pequeño grupo de amigos que se toman una cerveza y se cuentan sus cotilleos diarios en el bar de la esquina.



¿Quién soy yo?

Delfines, loros, tiburones y monos. Muchas anécdotas que recordar de estos 19 años de vida pero solo os contaré una. Todavía me acuerdo cuando fui hace ya 10 años con mis padres a República dominicana y nos sorprendió que el techo del aeropuerto fuese de paja. Además todos los trabajadores, que eran especialmente amables, con una sonrisa en la cara se ofrecían a ayudarnos. El viaje acababa de comenzar y ya solo la llegada nos transmitía muy buenas vibraciones. La verdad es que fue uno de los mejores viajes que he hecho con ellos. Por cierto, no, no tengo hermanos, soy hija única, por eso, siempre viajamos los tres, y no, no es aburrido como muchos pueden pensar. Da igual que vayamos a esquiar, a la playa... la experiencia siempre es genial.

No he hecho grandes cosas ni logrado méritos de los que estar orgullosa en mi vida, claro que solo tengo 19 años y toda una vida por delante. Lo que sí que he hecho es disfrutar del tiempo y conocer. Me encanta viajar. No sabría decir si me gusta más ir de viaje con mis amigas o con mis padres, bueno supongo que es totalmente diferente.

Bueno creo que ya va siendo hora de que me presente. Me llamo Sara Fulgencio pero todo el mundo me llama Sara. Nací en San Sebastián, o eso dicen mis padres porque a decir verdad yo ni siquiera me acuerdo. Debió de ser un martes, un día soleado. Risueña, cariñosa y feliz con tal de tener entre mis manos un regaliz, una muñeca o mi conejo de peluche que me regaló mi tía nada más nacer…Así era yo de pequeña.
Con 15 años recibí una de las mayores alegrías: mis padres me regalaron la moto que les llevaba pidiendo un año. ¡Anda que no insistí para que me la compraran! Se me pone la piel de gallina al recordar aquel día. Era el día de mi cumpleaños y yo como siempre me tomaba el desayuno a toda prisa para ir andando al colegio. Aquel día mis padres me acompañaron al portal, cosa que nunca hacían pero tampoco me sorprendió, y cuando giré el pomo y baje el peldaño de entrada vi la moto. Estaba allí, quieta, esperándome..

Estudié en el colegio Sagrado Corazón Mundaiz Ikastetxea de San Sebastián y allí conocí a gente muy variopinta. Aprendí muchas cosas a nivel académico pero también a nivel personal. Conocí a gente que me ayudó a moldear mi personalidad y  de las que aprendí mucho. Esas personas tienen gran parte de culpa o de responsabilidad de que yo sea hoy tal y como soy, porque dejaron huella en mí y es algo que les agradeceré eternamente. Pasé allí una buena etapa acompañada de grandes recuerdos. Un recuerdo de esta etapa de mi vida en el colegio que nunca se me olvidará, fue el viaje que hicimos a Polonia mis compañeros de clase y yo. Un intercambio de inglés a Polonia ¿lógico verdad? Fueron realmente increíbles los días que pasamos juntos los estudiantes polacos y nosotros, intercambiando diferentes estilos de vida y diferentes formas de ver las cosas. Además tuvimos la oportunidad de visitar el campo de concentración de Auschwitz y conocer más detalladamente la dramática historia que sufrió este país.

El año pasado vine a Pamplona para estudiar Enfermería en la Universidad de Navarra. Recuerdo que los primeros días tenía un sentimiento extraño, era una mezcla de emoción y nerviosismo.
Soy de esas personas que son extremadamente abiertas, que no se callan nada de lo que piensan, que hablan sin ningún problema, sin cortarse, y sobre todo, sueltan bromas, vaciles y risas constantemente.